El servicio consorciado, que nació en septiembre de 2020 con el objetivo de aumentar la separación en origen de residuos orgánicos y el tratamiento descentralizado de los mismos, contará ya con un total de 27 islas de compostaje comunitario.
El Consorcio de residuos CREA comienza esta misma semana, coincidiendo con la celebración de la Semana Internacional del Compost, las implantaciones correspondientes a la 2ª fase del servicio de compostaje comunitario. Esta segunda fase contempla la implantación de 17 nuevas islas de compostaje comunitario, que se suman a las 10 que hay actualmente operativas en el área de gestión del consorcio.
Las 10 iniciales están en funcionamiento y ubicadas en las localidades de Banyeres de Mariola, Biar, Castalla, Monóvar, Onil, Petrer, Pinoso, Salinas, Sax y Villena.
Con esta ampliación, las 27 islas estarán distribuidas del siguiente modo: Banyeres de Mariola (1), Beneixama (1), Biar (1), Castalla (2), Elda (3), Monóvar (1), Onil (2), Petrer (4), Pinoso (3), Salinas (2), Sax (2) y Villena (5).
Las implantaciones, que empiezan mañana jueves según el calendario previsto, se alargarán hasta mediados del mes de mayo.
El proyecto nace en septiembre de 2020 con el objetivo de aumentar la separación en origen de residuos orgánicos (que representan el 40% del total de residuos generados en las viviendas). Además, con este tipo de compostaje, se reduce la necesidad de transporte de residuos a grandes distancias, puesto que se tratan en las cercanías de los puntos de generación, reduciendo la huella de carbono de la gestión de residuos.
Gracias a esta iniciativa, se ha permitido gestionar la materia orgánica generada por los vecinos, vecinas y establecimientos de los municipios participantes de manera comunitaria, llegando a obtener un compost de calidad que, una vez generado y analizado, se ha entregado a las personas participantes. Las propias personas que aportan sus residuos orgánicos a las islas, se ven beneficiadas por la obtención del compost resultante. Con ello, aportan un residuo y reciben un recurso de elevado valor, en un claro enfoque de economía circular.
La iniciativa se basa en la participación voluntaria de la ciudadanía al servicio consorciado, haciendo uso de las islas ubicadas en sus respectivos municipios. De esta manera, se da un paso más en la gestión de los residuos orgánicos de forma descentralizada.
Estas islas, a su vez, se plantean como una herramienta innovadora de educación ambiental en los municipios del área de gestión del consorcio. Se prevé realizar visitas a estas instalaciones de compostaje comunitario con escolares y otros colectivos locales para que puedan conocer, de primera mano, cómo con un proceso muy sencillo se pueden generar recursos de nuestros residuos.
Formación y asesoramiento técnico
La ciudadanía participante recibe un asesoramiento personalizado con sesiones informativas y formativas, en las que se abordan todos los aspectos clave sobre el compostaje comunitario y la gestión de la materia orgánica. Además, reciben un cubo aireado para separar sus residuos orgánicos en sus hogares, bolsas compostables y una guía de compostaje.
El mantenimiento y gestión de las 27 islas, para que el proceso de compostaje se realice con la mayor eficacia posible, se realizará por parte de personal técnico especializado del propio consorcio.
El presidente del Consorcio CREA, Fulgencio Cerdán, ha afirmado que el proyecto de compostaje comunitario “anima a la ciudadanía a realizar labores de compostaje de forma conjunta. Esto se completa con el compostaje en centros educativos y el doméstico. De esta forma, conseguimos gestionar el residuo orgánico y obtener un nuevo recurso, un compost de calidad que a su vez se reparte entre las personas participantes y puede ser utilizado en los huertos domésticos o jardines”.